Azerbaiyán en la COP29: Perspectivas y objetivos nacionales en un escenario climático complejo

¿Greenwashing o un ajuste a las tendencias de la política internacional actual? Azerbaiyán será la anfitriona de la 29° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se celebrará desde hoy al 22 de noviembre.

No obstante, la elección de Azerbaiyán como sede no ha estado exenta de controversias, principalmente en el ámbito humanitario con la crisis de la población armenia de Nagorno Karabaj y el incumplimiento de sus propios compromisos climáticos y por su economía altamente dependiente de la exportación de combustibles fósiles.

Licenciada en Estudios Internacionales en la Universidad de Santiago de Chile.

Tiene experiencia en docencia e investigación como asistente de Ciencia Política y Sistemas políticos comparados a través de metodologías cuantitativas y cualitativas, con especial interés en los estudios de área de Medio Oriente. Desarrolló su tesis de pregrado en la comunidad palestina en Chile, además de publicar junto a la revista Anfibia sobre el desarrollo de la industria textil palestina en el país. 

antonia.quezada@usach.cl

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Con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido a la actividad humana, ha aumentado la preocupación por el cambio climático y el calentamiento global a causa de sus efectos en la atmósfera, los océanos y la biósfera. El calentamiento global ha aumentado continuamente y ha desencadenado fenómenos meteorológicos extremos, tales como: olas de calor, tormentas, inundaciones, incendios forestales y sequías a nivel mundial.

Dado el duro escenario a futuro (producto de la crisis climática), la Organización de Naciones Unidas realiza la Conferencia de las Partes (COP), cumbre anual que reúne a los 196 países que ratificaron la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y cuya versión 29 se llevará a cabo en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre del presente año.

Este es un evento clave para que los países avancen y propongan metas más ambiciosas dentro de sus compromisos climáticos, con el propósito de tener mejores negociaciones y lograr el abandono gradual de los combustibles fósiles.

Aumento de la temperatura global en proyección al 2100. Fuente: IPCC (2023)

Respecto a Azerbaiyán, se estima que sus emisiones llegaron a 53,45 millones de toneladas de CO₂ en el año 2021, representando un 0,11% de las emisiones globales. En concordancia con compromisos adquiridos, el país busca reducir estas cifras y destacarse en la lucha contra el cambio climático según los parámetros del Acuerdo de París mediante cambios en su Contribución Determinada a Nivel Nacional (por sus siglas en inglés, NDC), según su última NDC, uno de los principales objetivos es reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2050, en comparación a los niveles registrados en 1990 aumentando la proporción de uso de energías renovables. Esto constituye un paso importante para conseguir la transición verde, considerando que el sector energético es el que produce un mayor monto de emisiones totales del país, con un 75,42%, siguiéndole el sector agrícola, con 13.94%.

La razón por la cual Azerbaiyán decidió ser anfitrión de la COP29 se debe a distintos motivos, uno de ellos es la oportunidad de obtener mayor visibilidad como un actor activo en la lucha contra el cambio climático, a través de la protección de ecosistemas y el compromiso de metas más ambiciosas para revertir las consecuencias en los patrones climáticos. El reconocimiento también le permitiría mejorar sus relaciones internacionales a través de acuerdos para la expansión de nuevas industrias sustentables, diversificando su economía y creando nuevos empleos; bajo el objetivo común de reducir los combustibles fósiles. De igual manera, busca la conformación de nuevos proyectos para aumentar la capacidad de estas nuevas energías y así incrementar sus oportunidades de obtener financiamiento externo en la materia, dado que refleja su compromiso con la causa ambiental.

Bakú se prepara para acoger la COP29. Fuente: Reuters, Aziz Karimov.

La organización de la COP 29 genera implicancias para Azerbaiyán en términos políticos y financieros. En primer lugar, la decisión de que se realice la Conferencia en Bakú ha sido blanco de críticas debido a la hostilidad del gobierno con voces disidentes y la persecución a críticos y oponentes políticos, en particular mediante herramientas judiciales como cargos criminales gracias a su control de facto de Nagorno Karabaj, enclave de mayoría armenia dentro de los límites de Azerbaiyán, el cual ha sido objeto de disputas territoriales desde la disolución de la Unión Soviética desde 1991.

En segundo lugar, a pesar de que ha adoptado una postura favorable a las energías renovables, la economía depende en gran medida de los ingresos derivados de las exportaciones de petróleo y gas, que representan más del 50% de sus exportaciones totales. De esta manera, la importancia de los combustibles fósiles en su economía dificulta el éxito de sus metas de reducción de emisiones.

Además, el país será evaluado por su compromiso al momento de impulsar negociaciones que generen estrategias globales, a la vez que está en observación por sus violaciones de Derechos Humanos y crímenes de guerra en el territorio de Nagorno Karabaj contra la población armenia.

Emisiones Gases de efecto invernadero (GEI) de Azerbaiyán (en megatoneladas de dióxido de carbono equivalente). Elaboración propia con datos de la base de datos de emisiones para la investigación atmosférica global (EDGAR) de la Comisión Europea y la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Para comprender el fenómeno, podemos comparar a Azerbaiyán con países similares en características geográficas, como sus vecinos en la región del Cáucaso: Georgia y Armenia. Además, es conveniente realizar la comparación con países dependientes de combustibles fósiles para la producción energética, como es el caso de Kazajstán y Polonia. Además, considerando el interés azerí por incursionar en el desarrollo de energías renovables, es sensato contrastar este potencial con otras naciones, históricamente dependientes de combustibles fósiles, que se encuentran en transición hacia energías más limpias, como Irán, Arabia Saudita y Rumania.

Emisiones de Gases de Efecto invernadero (GEI) de Azerbaiyán en comparación con países de la región del Cáucaso, Asia Central, Europa del Este y Medio Oriente (1990-2022). Elaboración propia con datos de la base de datos de emisiones para la investigación atmosférica global (EDGAR) de la Comisión Europea y la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Para reducir esta alza nacional en emisiones, Azerbaiyán se ha propuesto planes para aumentar la proporción de energías renovables en su sector energético a casi un tercio a través de distintas estrategias gubernamentales, en particular impulsando un marco regulatorio que ofrece exenciones fiscales y arancelarias para el fomento de la generación de energía a partir de fuentes renovables. Además, dentro del marco del programa de Financiamiento Nacional Integrado (INFF), el país busca acelerar las inversiones en energías renovables, apoyando la creación de empresas innovadoras y mitigar los riesgos ambientales de las industrias extractivas. Esto con el fin de obtener cerca de 2 gigavatios (GW) de nuevos volúmenes de energías renovables, aumentando su participación al 33% de la capacidad instalada de producción energética.

De esta manera, el país busca aumentar y diversificar su sistema energético para consolidarse como un líder en energías verdes a través de la inversión privada en energías renovables y a la escala de los servicios públicos. Para ilustrar este punto, durante el 2023 el país inauguró el proyecto de inversión en esta materia, con proyectos de energía solar y eólica, con la instalación solar Bilasuvar de 445 megavatios (MW), la planta solar Neftchala de 315 MW y el parque eólico Absheron-Garadagh de 240 MW. Estos han sido desarrollados a través de un consorcio por la empresa Masdar, potencia en energía limpia proveniente de Emiratos Árabes Unidos y SOCAR, Compañía Petrolera Estatal de Azerbaiyán.

Antecedentes nacionales

La República de Azerbaiyán es el país más extenso de la región del Cáucaso, bordea el Mar Caspio y limita con Rusia al norte, Georgia al noroeste, al oeste con Armenia e Irán al sur y  posee una superficie total de 82.600 km2, incluyendo la República Autónoma de Najicheván y la región de Nagorno-Karabaj. En la actualidad, es miembro pleno de Naciones Unidas, del Movimiento de Países No Alineados y del Consejo de Asociación EuroAtlántica, que lo posiciona como un país defensor del multilateralismo y la cooperación internacional.

Fuente: BBC.

Como muestra de esto, el país ha organizado eventos internacionales en reiteradas ocasiones. Algunos ejemplos son los IV Juegos de Solidaridad Islámica, el Foro Humanitario Internacional de Bakú, el Foro Mundial sobre el Diálogo Intercultural, el Foro Global de Bakú, entre otros. Respecto a su participación en las conferencias climáticas, el país ha ratificado el Acuerdo de París, el Protocolo de Kioto y participa activamente en la implementación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Con la firma de este acuerdo, Azerbaiyán se ha comprometido a reducir las emisiones de GEI en un 35% para 2030, lo que facilitó su elección como país anfitrión de la COP 29.

En el marco de la CMNUCC, Azerbaiyán es parte de los países no incluidos en el Anexo 1, que contempla a los países desarrollados y en “transición”; lo que involucra un compromiso de la Convención por responder a las necesidades particulares del país, altamente dependiente de la producción y comercio de petróleo y gas. Por otro lado, según Climate Action Tracker las actuales políticas azeríes para combatir el cambio climático distan de ser compatibles con el límite de aumento de temperatura de 1.5 grados centígrados comprometidos en el Acuerdo de París, y se prevé que las emisiones del país aumenten alrededor de un 20% para 2030, lo que contrasta fuertemente con las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con sus compromisos en términos climáticos.

Dentro de su estrategia nacional, las autoridades han enfatizado en revertir esta situación ante la inestabilidad de las exportaciones del petróleo a futuro y declarado su compromiso de realizar inversiones sustanciales para asegurar esta transición, tales como trabajar en materias de movilidad eléctrica y de eficiencia energética. Para esto, y según su NDC presentada el año pasado, Azerbaiyán se planteó como objetivo incentivar nuevas medidas para acelerar el uso de fuentes de energía renovables mediante la regulación flexible de las tarifas de energía alternativa, junto con el avance en investigación científica y la sensibilización de los consumidores de energía.

Su ambición por cumplir estas metas se explica por el aumento de efectos secundarios del cambio climático para la biodiversidad, por ejemplo: las sequías y la escasez hídrica, cuya frecuencia e intensidad se verán incrementadas con el aumento de fenómenos meteorológicos extremos en el país. Agravado además por el hecho de que la industria basada en la explotación de combustibles fósiles ha contribuido directamente a la degradación de los suelos y la contaminación progresiva de los recursos hídricos. Esta situación puede generar complicaciones para el cumplimiento efectivo de los compromisos nacionales de transición energética, dado a que puede provocar cambios en la capacidad en las centrales hidroeléctricas.

Azerbaiyán como anfitrión: su agenda y principales objetivos

La decisión de realizar la COP 29 en la capital de Azerbaiyán se tomó considerando sus objetivos en la política doméstica e internacional. A nivel interno, el presidente Ilham Aliyev busca reconocimiento político y social (donde posee un amplio apoyo popular con una aprobación de su gestión de un 91% de los ciudadanos según la prensa azerbaiyana) en el inicio de su quinto mandato gracias al avance en los objetivos de su política exterior a través de la cooperación internacional y el aumento de oportunidades económicas bajo el marco de la acción climática. A nivel internacional, la organización de la Conferencia tiene la meta de mejorar su reputación y consolidarse en el sistema internacional (protegiendo sus intereses nacionales) fortaleciendo sus relaciones con Occidente y los países islámicos.

En lo que refiere al bloque occidental, para Azerbaiyán es clave fortalecer los lazos con la Unión Europea, tomando en consideración que las exportaciones energéticas son clave para el suministro del continente, que requiere reducir la dependencia del gas ruso en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania. A modo de ejemplo, según datos del Middle East Institute, durante 2023 se exportaron 12 mil millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural a Europa, un aumento significativo en las exportaciones a la región.

Por consiguiente, considerando su agenda verde, aumentar el tonelaje de exportaciones de gas natural al continente europeo le permitiría generar beneficios, diversificar su economía y generar una nueva vía para futuros proyectos que le permitirán que esta fuese más competitiva. Con este objetivo, el gobierno azerí se encuentra desarrollando estrategias y reformas a la legislación para atraer las finanzas verdes en el sector público. Esto a través de planes de descarbonización en alianza con instituciones como el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD), el Banco Asiático de Desarrollo (ABD), entre otros.

Principal controversia de la Conferencia: Nagorno Karabaj (República de Artsaj) y la limpieza étnica armenia bajo la ocupación azerí

Una de las controversias previas a la COP 29 es la situación en Nagorno Karabaj. Desde una perspectiva histórica, en 1923 la Unión Soviética creó el Óblast Autónomo de Nagorno Karabaj dentro de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, cuya población se componía en un 90% de armenios y que, en 1988, declaró su intención de unirse a Armenia. Esta situación se convertiría en una de las primeras grandes movilizaciones políticas previas al colapso de la Unión que derivaron luego en enfrentamientos armados entre ambas repúblicas en un conflicto marcado por tensiones étnicas que eclosionaron durante la disolución de la Unión Soviética, cuando el hasta entonces Oblast Autónomo declara su independencia y estalla la primera guerra de Karabaj desde 1988 a 1993 entre los nuevos estados independientes de Armenia y Azerbaiyán.

Este conflicto se saldó con el control armenio de Nagorno Karabaj, ocupando el 20% del área geográfica de Azerbaiyán. Finalmente, la mediación de Rusia logró un cese al fuego, conocido como el Protocolo de Bishkek, que congeló el conflicto y dejó a Nagorno Karabaj como un territorio independiente de facto, denominado República de Artsaj, con su propio gobierno.

El Protocolo de Bishkek se mantuvo vigente, pese a la tensión y las escaramuzas, hasta septiembre del 2020, cuando Azerbaiyán, apoyado militar y políticamente por Turquía, lanzó un ataque en el territorio de Nagorno Karabaj mediante un intensivo uso de drones, artillería, misiles y propaganda. Gracias a esto, Azerbaiyán obtuvo el control del 75% del territorio de Nagorno Karabaj, pese a constantes intentos fallidos de cese al fuego promovidos por Rusia, Francia y Estados Unidos.

El Cáucaso como zona de tensiones. Fuente: El Orden Mundial (2024).

Finalmente, en septiembre de 2023, una nueva oleada de ataques azeríes de gran escala desencadenaron un desplazamiento forzoso de la población de Artsaj y cien mil personas se refugiaron en Armenia. Lo que se sumó al bloqueo azerí del estratégico corredor de Lachin y el establecimiento de su control de la zona en abril del mismo año, y dejó a Artsaj prácticamente aislada de Armenia. A pesar de esta situación, Armenia decidió no bloquear la candidatura de Azerbaiyán como país anfitrión de la COP 29 y este último extendió la invitación a Armenia para participar de esta instancia.

En definitiva, este conflicto ha sido perjudicial para la imagen internacional de Azerbaiyán, señala Beatriz Arslanian, corresponsal de France 24, dado que el país mantiene rehenes armenios con causas penales manufacturadas y procesos judiciales ilegales que no siguen estándares internacionales y violan el acuerdo para el fin de guerra de 2020. Asimismo, se ha criticado la contradicción entre los objetivos de sustentabilidad que se ha planteado y las violaciones de Derechos Humanos y de las libertades civiles. Con esto en consideración, el país azerí busca obtener nuevamente el apoyo de países europeos para mejorar sus relaciones en el continente, dado que Armenia se encuentra trabajando en esa misma dirección.

Refugiados de Artsaj en Armenia, Septiembre 2023. Fuente: OC Media.

Desafíos de Azerbaiyán ad-portas de la COP29

Para presidir con éxito la COP, Azerbaiyán debe resolver una serie de desafíos en términos de infraestructura, logística, recursos y situación interna. En primer lugar, el país ha tenido que invertir en el mejoramiento de sus instalaciones y la adaptación de servicios de transporte, alojamiento, entre otros. En segundo lugar, tal como ya ha sido señalado, la transición hacia las energías verdes es un desafío complejo al considerar la dependencia azerí de los combustibles fósiles, que complica su capacidad de realizar inversiones nacionales en industrias sostenibles. Finalmente, el conflicto con Armenia en Nagorno Karabaj es probablemente uno de los desafíos más complejos en el país. En particular, dado que la comunidad internacional ha fijado sus miradas en la detención ilegal de 23 prisioneros armenios, que incluyen a los expresidentes de la República de Artsaj Arkady Ghukasyan, Bako Sahakyan y Arayik Harutyunyan.

En el marco de la Conferencia, Azerbaiyán jugará un papel crucial en la discusión sobre financiamiento climático, donde se espera un cambio de paradigma para tratar la crisis. Esto fue afirmado por el negociador jefe de la presidencia, Yalchin Rafiyev, quien argumentó sobre la inefectividad de los métodos de financiación tradicionales y la necesidad de adoptar un nuevo enfoque. En este sentido, Azerbaiyán busca la creación de un Fondo de Acción para el Financiamiento Climático, que tiene como meta recaudar 1.000 millones de dólares (USD) de los principales países y empresas productoras de combustibles fósiles y cuyo propósito central es ayudar a los países pobres a enfrentar esta crisis e invertir estos fondos en proyectos de desarrollo medioambiental. Sin embargo, este fondo se ha considerado insuficiente, dado que los aportes son voluntarios y hasta la fecha no hay una propuesta de mecanismo que incentive a las naciones a realizar contribuciones. Además, ningún otro país se ha suscrito al fondo.

El éxito de la COP29 es clave para la agenda del Presidente Ilham Aliyev. Fuente: Filipa Silverio (2024).

Considerando su papel como anfitrión, también tiene la oportunidad de ser protagonista en el desarrollo de un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés) que pueda generar cambios significativos en materias de financiación y que sean satisfactorios para los países en desarrollo. El cual incluye como meta superar el billón de dólares (USD) para poder satisfacer los objetivos de adaptación y mitigación de estos países. Uno de los desafíos que presenta este instrumento es la continua desconfianza respecto al incumplimiento del compromiso establecido de los 100.000 millones (USD) acordados para la financiación climática. Por lo tanto, se vuelve imperante que se avance en esta materia a fin de hacerse cargo de los retos que plantea la crisis climática de manera global. En último lugar, respecto al ámbito de Pérdidas y Daños, Azerbaiyán tiene como objetivo avanzar en la operacionalización del fondo establecido previamente en la COP27, sobre el cual se destaca su importancia para los países en desarrollo, los cuales enfrentan impactos climáticos severos e involucra presionar a los países desarrollados para que cumplan con sus compromisos financieros.

Conclusiones

Como hemos visto a lo largo del texto, es posible destacar que la posición de Azerbaiyán como país anfitrión de la COP29 tiene implicancias tanto a nivel nacional como internacional. Esto se interpreta, en primer lugar, como una oportunidad para el país de posicionarse en la región como un actor comprometido con la acción para contrarrestar el cambio climático, específicamente en iniciativas propias como las Zonas y Corredores de Energía Verde, nuevas redes de energía y el hidrógeno verde.

Este hecho también puede ser beneficioso para recibir financiamiento de proyectos internacionales de esta índole y atraer inversión extranjera para iniciativas relacionadas con las energías renovables. No obstante, su rol no ha estado exento de controversias, especialmente por las acusaciones, impulsadas por figuras políticas y organismos internacionales, de violaciones a los Derechos Humanos, específicamente en relación con la represión en Nagorno Karabaj. Por lo tanto, es plausible afirmar que Azerbaiyán está utilizando la organización de la COP para limpiar su imagen internacional.

De este modo, el uso de estas estrategias se puede catalogar como un mecanismo de greenwashing debido a discrepancias existentes entre su retórica ambiental y sus acciones reales. Ante esta situación, es imperante que los representantes y autoridades de diferentes países del mundo que participarán en un evento de la magnitud de la COP29, y que estén al tanto de lo que ocurre en el país, demanden la liberación de los prisioneros apresados injustamente.

En este sentido, que no haya un mayor pronunciamiento de líderes y cancillerías habla de la insuficiencia de la comunidad internacional en la lucha por los Derechos Humanos.

Bibliografía

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