Aunque la mayoría de su población es chií, el país es gobernado por la monarquía suní de los Al-Jalifa, aliada de Arabia Saudita. Riad ha respaldado activamente al gobierno bahreiní, especialmente durante la Primavera Árabe de 2011, cuando envió tropas para sofocar protestas chiíes que exigían mayores derechos políticos. Este oposición chiíta cuenta con un fuerte apoyo de Irán, marcando la importancia de este reino en la rivalidad geipolítica de ambas potencias.
Los retos del desarrollo de Arabia Saudita
Para mantener la integridad política, la Casa de Saud ha implementado una estrategia de socialización de individuos y grupos políticos no alineados, basándose en la tradición de parentesco. Así, se asignan cargos políticos y administrativos a miembros de diferentes tribus y familias, asegurando su lealtad y apoyo.
La nueva generación de iraníes y el futuro de la Revolución Islámica
En la actualidad, parece que la Revolución Islámica está experimentando una nueva exfoliación con la llegada de nuevos elementos como mujeres y niñas valientes y cuestionadoras, jóvenes élites y la introducción de una nueva interpretación de la ética en el campo religioso.
Portada por Mercedes Ercila.