En Mongolia, la homosexualidad sigue siendo un tabú. Las personas LGBTQIA+ son objeto de discriminación, violencia y estigmatización por parte distintos grupos de la sociedad y a nivel institucional. Según el Índice Nacional de Estadísticas en Mongolia, en 2022 se establece un índice de 17.574 matrimonios en Mongolia. pero ninguno de esos fue homosexual, lo que establece una falta de registro, representación y prohibición de derechos civiles.
La discriminación hacia la comunidad LGBTQIA+ se establece bajo el margen de abusos físicos y psicológicos a lo largo de las distintas etapas de la vida de una persona del colectivo. En Mongolia, las personas LGBTQIA+ viven en la sombra. Temen ser discriminadas, acosadas o amenazas de muerte si se muestran como son.
Religión y cultura: la discriminación como tradición
La religión juega un papel importante en la sociedad mongola. El budismo tibetano es la religión mayoritaria, con una práctica de más del 50% de la población. De acuerdo con el Reporte de Libertad Religiosa en Mongolia de 2022 realizado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos (EE.UU), el censo nacional más reciente, realizado en 2020, informa que el 59.4% de las personas mayores de 15 años se identifican como religiosas, mientras que el 40.6% afirma no tener identidad religiosa. De los que expresaron una identidad religiosa, el 87,1% se identifica como budista, el 5,4% como musulmán, el 4,2% como chamanista, el 2,2% como cristiano y el 1,1% como seguidores de otros credos.
Las enseñanzas sobre la sexualidad pueden contribuir a la discriminación contra las personas LGBTQIA+. El budismo tibetano tradicional enseña que la sexualidad debe estar dentro del matrimonio heterosexual. La homosexualidad se considera una desviación del orden natural y puede ser motivo de estigmatización y discriminación.
La cultura mongola tradicional es patriarcal y enfatiza los roles de género tradicionales, concepto establecido por el Stances of Faiths on LGBTQ+ un reportaje de la ONG Human Rights Campaign, se espera que los hombres sean fuertes y masculinos, mientras que las mujeres deben ser sumisas y femeninas. La homosexualidad se considera una violación de estos roles de género tradicionales y según un comentario del acádemico y activista mongol Otgonbaatar Tsedendemberel:
El mayor problema que enfrentamos ahora es la falta de apoyo por parte de los padres hacia la juventud LGBTQIA+ quienes terminan sin trabajo, sin estudios y sin hogar y toman la migración como el último recurso.
En el marco de esta tradición oral y educación, podemos hablar de la tradición esteparia también juega un papel en la discriminación contra las personas LGBTQIA+ en Mongolia. La homosexualidad se considera una violación de estos roles de género tradicionales.
Las leyes y su desamparo al colectivo
La legislación nacional no brindaba amparo al colectivo en el marco de los derechos humanos, en 1961 se despenalizó las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo. Posteriormente, en 2015 se reforma el Código Penal y este da protección a individuos basada en su orientación sexual e identidad de género. En ese marco, el numeral 1 del artículo 14 prohíbe la discriminación por temas de orientación sexual o identidad de género.
La Ley de Registro Civil de Mongolia ya permite el cambio de sexo en el registro civil. En ese sentido, Otgonbaatar Tsedendemberel nos presenta su opinión sobre el impacto de las leyes en los miembros de la comunidad LGBTQIA+:
Es importante que las personas LGBTQIA+ mongolas sepan que sus derechos e intereses están protegidos por el Código Penal para no ser discriminados ni violados por delitos de odio basados en su orientación sexual, identidad y expresión de género y características sexuales (OSIEGCS).
En este sentido, cada vez son más las personas LGBTQIA+ que contactan y acuden al Centro LGBTQIA+ en caso de vulneración de derechos, delitos de odio y violencia doméstica tras la modificación del Código. Estar protegido por la ley trae una renovada confianza en sí mismos y la sensación de ser tratado como un ciudadano del país para los miembros de nuestra comunidad LGBTQIA+.
Aunque solo un pequeño número de casos llega hasta los tribunales, la oportunidad de basarse en estas disposiciones legales y utilizarlas aumenta la concienciación de los agentes de policía, los investigadores, los fiscales, los abogados y los jueces que intervienen en esos casos.
Otgonbaatar Tsedendemberel, acádemico y activista mongol,ex director ejecutivo de The LGBT Centre (Mongolia).
Es así que, se establece una necesidad de que toda persona de la comunidad conozca de las redes de apoyo que ONGs y la sociedad civil que se establecen para brindar asistencia en caso de discriminación, generar un sentimiento de unidad y fortaleza.
Crímenes de odio: análisis y respuestas
The LGBT Centre (Mongolia) comenzó a capacitar a la policía sobre los delitos de odio y las implicaciones del código penal de 2017 después de que no tomaran medidas contra un oficial que agredió a una mujer transgénero detenida. Desde entonces, han capacitado a más de 500 policías, fiscales y jueces.
Hoy en día la fuerza policial de Mongolia tiene pautas para tratar con personas transgénero, y los oficiales están capacitados para tratarlas de acuerdo con el género con el que se identifican, independientemente de su identificación emitida por el estado. Comparando con años anteriores, ha existido un avance en la promoción de los derechos del colectivo.
Representación LGBTQIA+ en medios y en temas sociales
Todavía no se ha realizado un estudio formal de la cobertura mediática de las cuestiones LGBTQIA+ en Mongolia, por lo que la mayoría de las observaciones aquí son principalmente anecdóticas establecidas en el informe de Being LGBT in Asia: Mongolia country report . Los medios de comunicación de Mongolia retratan a las personas LGBTQIA+ predominantemente de manera negativa, una opinión compartida por las personas LGBTQIA+ que trabajan para los medios de comunicación. La mayoría de los materiales de los medios de comunicación sobre las personas LGBTQIA+ tienden a estar polarizados.
Algunos artículos periodísticos y programas de entretenimiento presentan puntos de vista duramente críticos que fomentan la discriminación contra las personas LGBTQIA+. Otras noticias y medios de entretenimiento adoptan un tono más compasivo que relaciona la condición LGBTQIA+ con su impacto en la familia, la posición social y el empleo. Esto refuerza las opiniones negativas entre el público sobre las personas LGBTQIA+.
A pesar de las representaciones generalmente negativas de las personas LGBTQIA+ en los medios de comunicación, ha habido algunos avances positivos. Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) LGBTQIA+ y la National Human Rights Commission of Mongolia (NHRCM) se han acercado a los medios de comunicación a través de talleres de capacitación para periodistas y esfuerzos de sensibilización sobre cuestiones de orientación sexual e identidad de género.
En 2010, miembros de la comunidad LGBTQIA+ participaron en un programa de televisión que ha evolucionado a llamarse: Хүний эрх ба Монголын ЛГБТ (traducido al español como “Derechos humanos y la comunidad LGBT de Mongolia”). Este programa ofreció a las personas LGBTQIA+ la oportunidad de contar sus propias historias. Antes de este, las personas de la comunidad eran entrevistadas, siempre se transmitían sin mostrar sus rostros, creando una impresión furtiva y negativa.
Después de este programa, varios otros canales de televisión transmitieron programas sobre los derechos de las personas LGBTQIA+ en los que se invitaba a miembros de la comunidad LGBTQIA+, expertos en salud y derecho, y familiares de personas LGBTQIA+ a hablar sobre cuestiones que les afectaban. Estos programas buscaban presentar la vida LGBTQIA+ desde múltiples perspectivas y proporcionar una visión más matizada al público. En 2013, ONU Mongolia otorgó el Premio del Orgullo (Premio Baharhal) a periodistas que informaron objetivamente sobre temas LGBTQIA+ en medios de comunicación impresos, electrónicos y televisivos.
Rol de los Organismos Internacionales: ONU y ONG
Las Naciones Unidas han establecido informes y reportes para el análisis de la situación del colectivo LGBTQIA+ en Mongolia. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tiene una relación directa en Mongolia en los temas de desarrollo y protección LGBTQIA+, por lo que el manejo de asistencia, investigación y sobre todo seguimiento en temas de toma de decisiones puede ser enfocado en el marco de los Derechos Humanos y generar un progreso a través de la comunicación y la mediación entre líderes gubernamentales, organismos internacionales y la sociedad. Pero las que tienen el rol más participativo son las ONGs.
Las ONG LGBTQIA+ en Mongolia tienen una base limitada de donantes, principalmente internacionales, y pocas fuentes de fondos alternativos. La financiación recibida desde fuera de las fronteras de Mongolia ha tenido un impacto positivo en el sentido de que las organizaciones LGBTQIA+ pueden operar y trabajar en red a nivel nacional, regional e internacional. Sin embargo, la financiación procedente de fuentes internacionales no es regular. Por lo general, está diseñado para la ejecución de actividades específicas del proyecto y no para el apoyo general de la organización, y suele contener restricciones sustanciales sobre el uso de los fondos.
La mayor parte de la financiación también se limita a las intervenciones relacionadas con el VIH. Por lo tanto, la financiación de la que disponen actualmente las organizaciones LGBTQIA+ no es sostenible a largo plazo, pero hay pocas alternativas. No ha habido financiación del gobierno ni del sector privado para las organizaciones LGBTQIA+ en Mongolia, lo que significa que será necesario seguir financiando a nivel internacional para mantener la prestación de servicios y el trabajo por los derechos de las personas LGBTQIA+.
A lo largo de los años, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (FMSTM) ha sido una fuente de financiación particularmente importante y constante, lo que, si bien es encomiable, ha creado una importante dependencia institucional. En 2014, una ONG informó que tenía tres donantes y una propuesta pendiente, de las cuales el Global Fund-supported AIDS and Tuberculosis Project G(FATP) era, con mucho, el más grande, ya que proporcionaba el 77% de los fondos actuales de la ONG.
Otra ONG informó que tenía dos donantes y una propuesta pendiente, de los cuales el Fondo Mundial fue nuevamente el más grande (78% de los fondos para 2014). La tercera ONG también tenía dos donantes y una propuesta pendiente, y el 96% de sus fondos provenían del Fondo Mundial. Dos organizaciones informaron de que, si el Fondo Mundial de Lucha contra la Tuberculosis y la Tuberculosis dejaban de financiar, tendrían que poner fin a todas sus actividades.
El Centro LGBTQIA+ recibió fondos limitados para su proyecto de desarrollo de capacidades de la comunidad transgénero a pequeña escala. En 2012-2014, Youth for Health, junto con ONUSIDA Mongolia, recibió una subvención de la Unión Europea para fortalecer los derechos de las minorías sexuales. Mongolia carece de un marco jurídico para las fuentes de financiación sostenibles para las ONG, como la asignación de los ingresos fiscales al sector sin fines de lucro. A pesar de las actividades de promoción de las ONG para que se enmiende la Ley de ONG a fin de incluir esa disposición, la revisión de la ley se ha retrasado.
En relación a lo anterior, Otgonbaatar Tsedendemberel señala lo siguiente:
Además de la financiación y la asistencia técnica, las organizaciones internacionales pueden ser un gran aliado para tender puentes entre la sociedad civil y el gobierno. Las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que trabajan en los países pueden instar y colaborar con el gobierno para implementar, por ejemplo, las recomendaciones hechas por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En general, ayuda que las organizaciones internacionales aborden de manera coherente y persistente la diversidad y la inclusión en su trabajo sin dejar de lado los problemas de los grupos marginados.
Otgonbaatar Tsedendemberel, acádemico y activista mongol,ex director ejecutivo de The LGBT Centre (Mongolia).
Es así que, si bien existe una evolución en el marco de los derechos y su amparo hacia el colectivo y gran parte de sus miembros, el camino por delante es largo y tumultuoso. Mongolia debe establecer un camino que no brinde como meta final la migración o el exilio para que una pareja pueda casarse, un hijo tenga apoyo, un padre pueda adoptar o una persona pueda usar legalmente el nombre y pronombres que lo, la o le identifiquen.
En términos de derechos y protección contra la discriminación hacia personas transgénero no existe un avance, desgraciadamente, la visibilidad de la comunidad suele limitarse a gays, lesbianas y en algunos casos bisexuales. Esto representa un muro para la correcta lucha y protesta en búsqueda de la calidad de vida que todos merecemos.
Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de Las Américas (Ecuador).
Las teorías de paz y el manejo de conflicto mediante análisis de inestabilidad estatal y la percepción social de la población son de mis mayores intereses.