Karakalpakstán, agitación política en Asia Central

Escrito por Ana Basualdo y Eldaniz Gusseinov

Tiempo de lectura:8 Minutos, 46 Segundos

Coescrito con Eldaniz Gusseinov

Uzbekistán es un país dividido en 14 unidades políticas: 12 regiones, la capital Tashkent, que tiene un estatus autónomo, y una república autónoma: Karakalpakstán, siendo la única región de toda Asia Central con esa característica.

La República de Karakalpakstán es la región más grande de Uzbekistán, ocupando el 40% del territorio del país en el noroeste.  Los idiomas oficiales son el karakalpako (un miembro de la rama kipchak de las lenguas turcas que difiere ligeramente del uzbeko) y el uzbeko.

La población permanente de la República de Karakalpakstán al 1 de abril de 2023 ascendía a 1.981.800 personas, incluyendo a todas las nacionalidades del país. Del total, cerca del millón de personas habitan en zonas rurales.

Con una participación del 40% del territorio total de Uzbekistán, Karakalpakstán alberga aproximadamente el 5%de la población total de Uzbekistán. Este factor crea muchos problemas dentro de este territorio, lo que también tuvo un impacto en las protestas del año pasado, pero más sobre eso más adelante.

Se estima que población de Uzbekistán superará los 36 millones de personas este año, siendo el país con mayor crecimiento demográfico de Asia Central.

Imagen: Nationalia.info

Población de Uzbekistán según nacionalidad (2021)

Uzbekos29,2 millones
Tayikos1,7 millones
Kazajos821 miles
Karakalpakos752,7 miles
Rusos720,3 miles
Kirguises291,6 miles
Turcomanos206,2 miles
Tártaros187,3 miles
Coreanos174,2 miles
Ucranianos67,9 miles
Azeríes41,2 miles
Bielorrusos18,5 miles
Otras nacionalidades426,4 miles
Fuente: Comité Estatal de Estadística de Uzbekistán (2021). https://t.me/statistika_rasmiy/1250

Se sabe muy poco sobre los orígenes exactos del pueblo karakalpako, si bien hablan un idioma túrquico, como los uzbekos étnicos, están más relacionados con el kazajo. Según la Constitución actual de Uzbekistán, Karakalpakstan se describe como una república soberana dentro de la nación, que tiene derecho a la secesión mediante la celebración de un referéndum.

En el siglo XIX, este territorio formó parte del Kanato de Jiva. Durante el siglo XVIII se establecieron en la región de Amu Darya, nombre delimitado bajo dominio ruso en 1873, y en 1920 se incorporaron totalmente a la Unión Soviética.

Época soviética e independencia de Uzbekistán

(Edificio del Consejo de Ministros en Nukus. En primer plano, el monumento a V. I. Lenin. Fuente: Gran Enciclopedia Soviética).

A mediados de la década de 1920, tras la Revolución Rusa y la creación de la Unión Soviética, se definieron varios grupos nacionales y se les otorgo su propio territorio. Karakalpakstán se consolidó como una provincia autónoma de la Republica Socialista Soviética Autónoma de Kazajstán (1920-1936), a su vez, una unidad territorial de la Republica Soviética Federativa Socialista Rusa de alto nivel.  

Sin embargo, cinco años después, Karakalpakstán fue transferido otra vez a la autoridad rusa, convirtiéndose en una república autónoma dentro de la administración rusa en 1932. Esto duró hasta 1935, cuando pasó a la Republica Socialista Soviética de Uzbekistán.

En el caso de Karakalpakstán, la única república autónoma de Asia central, se evitó una posible disputa al caer el régimen soviético cuando se le permitió conservar su estatus dentro de la nueva república de Uzbekistán.

Después de la independencia de la Unión Soviética, la administración de la región permaneció en el limbo cuando Uzbekistán quedó bajo el gobierno de Islam Karimov.

Islam Karimov. Foto: AFP

Karimov fue el último presidente del régimen soviético en Uzbekistán y cimentó su control sobre el nuevo país con crudeza ante sus rivales políticos. Sus seguidores defendieron al presidente por sus acciones en el control del yihadismo, mientras que sus críticos lo acusan de ser un brutal dictador, aplicando graves abusos contra los derechos humanos, sobre todo en la masacre de Andiján en 2005.

Las diferencias culturales entre Karakalpakstán y el resto del país eran evidentes, por lo que ambas entidades políticas acordaron mecanismos constitucionales en los que se reconocía el derecho autodeterminación de los karakalpakos en 1993. Estos acuerdos nunca llegaron a materializarse en la práctica, pues las pretensiones secesionistas de la región fueron perdieron fuerza con el avance de los años.

Caldo de cultivo

La vida de la población local dependía en gran medida del mar de Aral y de los ríos que desembocaban en él, pero a medida que el mar de Aral se secó, Karakalpakstán comenzó a enfrentar problemas internos.

La industria pesquera de Karakalpakstán se redujo 10 veces entre 1958 y 1985, y la disminución de la producción de cereales debido a la disminución de los recursos para riego fue de alrededor del 54% en 2000.

Karakalpakstán es una de las regiones más pobres de Uzbekistán. La tasa de pobreza es cercana al 32% y la economía de la región hoy en día se sustenta principalmente en la producción de algodón, la cría de ganado y el cultivo de melones. Sin embargo, estas actividades también dependen en gran medida de un sistema de riego bien desarrollado, el cual es gestionado de manera ineficiente.

Debido a que los problemas internos de la región se están resolviendo con bastante lentitud, hasta el 30% de la población activa de Karakalpakstán se ha ido a Kazajstán y Rusia en busca de oportunidades laborales.

A pesar de no haberse independizado de Uzbekistán, Karakalpakstán goza de un estatus de gran autonomía dentro del país, a diferencia de las otras regiones. Dicha condición fue cuestionada por el actual presidente uzbeko Shavkat Mirziyóyev, desencadenando las protestas de julio de 2022.

Protestas en Nukus

Para explicar lo ocurrido en 2022 hay que regresar a 2016. Después de casi 30 años de gobierno, Islam Karimov murió y fue reemplazado por Shavkat Mirziyoyev, primer ministro de Uzbekistán en ese momento, quien rápidamente introdujo medidas para mejorar el historial de derechos humanos del país, y hacer que Uzbekistan sea más favorable a las inversiones extranjeras, todo esto, valiéndose con importantes elogios internacionales.

Shavkat Mirziyoyev, presidente de Uzbekistán. Foto: Akipress.

Mirziyoyev, se presentó a sí mismo como un “transformador” que quiere revertir algunas de las políticas de línea dura de su predecesor, Islam Karimov. No obstante, en los últimos años la situación comenzó a parecer menos prometedora ya que el progreso inicial se ha estancado.

A fines de junio de 2022, surgió la noticia de que se estaba armando el paquete de cambios constitucionales que permitiría la extensión del mandato presidencial. Comenzando el 2023 se aprobó un referéndum constitucional que aumentó el mandato presidencial de cinco a siete años, por lo que Mirziyoyev podrá permanecer en el poder hasta 2037.

Pero además de las normativas relacionadas con los ciclos presidenciales, las enmiendas propuestas también incluían despojar a Karakalpakstán de su autonomía y su derecho de secesión.

Los manifestantes se reunieron en el centro de Nukus, capital de Karakalpakstán.  Algunos informes señalan que los enfrentamientos comenzaron cuando arrestaron a un periodista local. Una vez que estallaron los enfrentamientos, la policía recurrió a la violencia.

Las tensiones también aumentaron por la noticia de que el país había restringido el acceso a internet en la región, alimentando la preocupación de que el gobierno estaba llevando a cabo otra masacre como la de Andiján. Pero a pesar de lo grave que fue la lucha, fue contenida pronto. El gobierno se apresuró a tratar de mitigar las causas de los disturbios, y Mirziyoyev insistió en que las propuestas simplemente se habían presentado para consultas, no se había tomado ninguna decisión.

Pero, dada la evidente fuerza de los sentimientos sobre el tema, la administración uzbeka anunció que se habían descartado todas las enmiendas al estatus de Karakalpakstán, prometiendo que cualquier cambio en el futuro solo ocurrirá después de discusiones públicas.

El presidente de Uzbekistán declarando ante el parlamento de Karakalpakstán. Fuente: Gazeta.uz

«Sobre esta base, y teniendo en cuenta las peculiaridades étnicas, culturales, las tradiciones y los valores nacionales únicos y el estatuto jurídico especial de la República de Karakalpakstán, considero necesario mantener sin cambios las normas sobre el estatuto jurídico de la República de Karakalpakstán. Es decir, los artículos 70, 71, 72, 74, 75 de la Constitución quedarán sin cambios».

Shavkat Mirziyoyev, presidente de Uzbekistán, frente al parlamento karakalpako el 2 de julio de 2022.

«Creo en la inteligencia y la sabiduría del noble y generoso pueblo de karakalpak», concluyó el presidente uzbeko en su discurso frente a los parlamentarios karakalpakos.

Durante el 2023 la situación política no ha presentado alteraciones políticas en la zona. El gobierno uzbeko, debido a la fuerte oposición que tuvieron las medidas propuestas, redimensionó su política hacia Nukus porque quería evitar un enfrentamiento interétnico y un despertar de las pretensiones secesionistas karakalpakas, las cuales parecen guardar el momento propicio para volver a aflorar.

Esta situación en Uzbekistán es parte del contexto de la escalada de problemas en Asia Central, en donde han existido distintas protestas locales relacionadas a estos tópicos.

En 2022, Kazajstán lanzó una batuta de protestas y cambios políticos en la región. Solo Kirguistán, país que experimentó una revolución en 2020, no se vio afectado.

En Kazajstán, después de que se elevaron los precios del gas, comenzaron las protestas locales en el óblast de Mangistau, una ola de protestas en Uzbekistán y disturbios en Gorno-Badakhshan de Tayikistán. Mientras tanto, Turkmenistán cambió de presidente, entregando sus poderes a su hijo.

Todos estos eventos muestran un reinicio político en la región. Como muestra la práctica, las decisiones en los países de la región no siempre se toman en consulta con la sociedad experta, por lo que no se tienen en cuenta todos los intereses de la población de los países de la región. Esta es parte de la razón de tales eventos.

Además, como señala Rustam Burnashev, experto en seguridad en Asia Central, las instituciones subdesarrolladas contribuyen al crecimiento de los ánimos de protesta en las sociedades de Asia central, provocando durante las manifestaciones decenas de detenidos y violaciones a los derechos humanos durante los sucesos.

Los eventos en Karakalpakstán es un ejemplo vívido de esta dinámica. Como han apuntado ampliamente los expertos locales, la razón de la tragedia fue precisamente la falta de comunicación competente con la sociedad en el proceso de toma de decisiones. Después de todo, fue el parlamento del país el que adoptó enmiendas a la Constitución, lo que hizo que la gente saliera a las calles.

Dado el deterioro de la situación económica en los países de Asia central, es de esperar que la actividad de protesta solo crezca. En este caso, las autoridades deben aprender a interactuar con la sociedad y confiar en la experiencia de calidad de lo que está sucediendo dentro de sus países.

Estudiante avanzada de Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Santiago del Estero (Argentina).

analuzbasualdo234@gmail.com

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