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Las recientes delegaciones del régimen talibán a Turkmenistán ponen de relieve un significativo dinamismo en las relaciones entre ambos países. El 15 de marzo estaba previsto que trabajadores de Turkmenistán llegaran a Afganistán durante tres meses para trabajar en el gasoducto1 Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India (TAPI). Según funcionarios afganos, Turkmenistán también ha accedido a proporcionar una línea de crédito para la realización del proyecto.

Turkmenistán, que comparte una larga frontera con Afganistán, depende en gran medida de los recursos hídricos procedentes del territorio de su vecino. Turkmenistán debe mantener un delicado equilibrio entre su tradicional neutralidad y la mitigación de las posibles amenazas a la seguridad procedentes de Afganistán. En respuesta a estos desafíos, Turkmenistán ha optado estratégicamente por mejorar sus relaciones diplomáticas con Afganistán, con el objetivo de influir en los talibanes y salvaguardar su seguridad nacional.

¿Una nueva era de relaciones entre Turkmenistán y Afganistán?

Desde principios de este año, se han intensificado los contactos entre Turkmenistán y Afganistán en torno a temas clave como la puesta en marcha del gaseoducto (TAPI) y la promoción de corredores de transporte, incluido el corredor Lapislázuli, que uniría Afganistán a través de los puertos de Turkmenistán con Azerbaiyán, Europa y Rusia. El ministro de Asuntos Exteriores del gobierno talibán visitó Turkmenistán en dos ocasiones, el 14 de enero y el 26 de febrero, y a principios de marzo se celebró en Turkmenistán un foro empresarial conjunto.

El 15 de marzo, los trabajadores turcomanos iban a llegar a Afganistán para la construcción del oleoducto TAPI. Como informó el servicio turcomano de RFE/RL, Radio Azatlyk, miles de trabajadores, incluidos especialistas en petróleo y gas, instaladores y obreros, están siendo enviados durante tres meses para trabajar en el oleoducto. Se trata de un punto de inflexión, ya que la construcción del TAPI lleva en marcha desde 2015. Sin embargo, la inestable situación de seguridad en Afganistán había creado graves obstáculos para la plena realización del proyecto.

Funcionarios talibanes informan de que Turkmenistán se ha comprometido a conceder un préstamo para cubrir los costes asociados al proyecto del oleoducto TAPI. El coste estimado del proyecto en la actualidad oscila entre los 9.000 y los 10.000 millones de dólares, y la TAPI Pipeline Company Limited (TPCL) se encargará de su construcción y supervisión. Esta iniciativa representa un importante esfuerzo de desarrollo regional. Un problema clave en el desarrollo de las relaciones entre Turkmenistán y Afganistán desde la llegada al poder del movimiento talibán en 2021 ha sido la falta de claridad sobre la evolución de la situación en el interior de Afganistán, así como sobre los riesgos que la nueva situación en el interior de Afganistán podría suponer para la seguridad nacional de los países vecinos. La construcción del canal Qosh Tepa en el río Amu Darya agravó la situación, lo que motivó a Turkmenistán a comprometerse más seriamente con los talibanes.

Para Turkmenistán, el canal supuso un peligro. El país experimentó un número récord de protestas debido a la crisis económica de 2020; los problemas con el suministro de alimentos agravaron los problemas económicos existentes. Las zonas más afectadas del país fueron las fronterizas con Afganistán, Lebap y Mary, ambas también gravemente afectadas por la puesta en marcha del canal de Qosh Tepa por el actual régimen gobernante en Afganistán. En junio de 2023, los agricultores de la provincia de Lebap no pudieron regar sus campos de algodón porque el agua sencillamente no llegaba a esas zonas. El empeoramiento de la situación del agua podría desencadenar una nueva oleada de protestas en el país.

Los talibanes iniciaron el proyecto en marzo de 2022 y se dice que han completado unos 100 km de los 285 previstos. El canal Qosh Tepa regará 550.000 hectáreas de tierra, desviando el 25% del caudal del río Amu Darya hacia las provincias septentrionales afganas de Balkh, Jawzjan y Faryab, fronterizas con Uzbekistán y Turkmenistán. Según algunas estimaciones, descritas por Kunduz Adylbekova, en cinco o seis años, cuando el canal esté terminado y en funcionamiento, la disponibilidad media de agua de Turkmenistán en los tramos medio y bajo del río transfronterizo descenderá del 80% al 65%.

En este contexto, era importante que Turkmenistán siguiera activamente una estrategia de compromiso con las nuevas autoridades de Afganistán. Por un lado, Turkmenistán es consciente de las amenazas que se ciernen sobre el país desde el territorio de Afganistán; por otro, existen nuevas oportunidades para la puesta en marcha de gaseoductos y corredores de transporte. Por estas razones, Turkmenistán ha decidido invertir en el desarrollo de buenas relaciones con el gobierno talibán y establecer así las conexiones necesarias para dialogar sobre los temas que más preocupan a Turkmenistán: la seguridad fronteriza y el uso conjunto de los recursos hídricos.

Las declaraciones oficiales de Ashgabat durante el foro empresarial turcomano-afgano del 4 de marzo son ilustrativas en este sentido. Una lectura publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turkmenistán afirmaba que «Turkmenistán promueve activamente sus iniciativas para el uso sistemático de los recursos hídricos, teniendo en cuenta los intereses de todos los Estados de la región y la solución integral de los problemas de gestión del agua». De hecho, la declaración fue uno de los primeros comentarios oficiales de Ashgabat en relación con los proyectos hídricos de Afganistán.

En un discurso pronunciado en el foro, el ministro interino de Industria y Comercio de Afganistán, Nuruddin Azizi, subrayó que Kabul daría prioridad al consentimiento mutuo, la igualdad y el respeto en la gestión de los recursos hídricos transfronterizos y la construcción de instalaciones hidráulicas. Destacó la larga amistad y buena vecindad de Turkmenistán como fundamentales para estos esfuerzos. Aunque el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores no menciona el canal por su nombre, está claro que hubo un intercambio oficial de puntos de vista entre ambas partes.

De hecho, desde principios de año se ha abierto un nuevo capítulo en la cooperación afgano-turcoman a través de varias reuniones y acontecimientos clave. El 14 de enero y el 26 de febrero, delegaciones encabezadas por el Ministro de Asuntos Exteriores talibán en funciones, Amir Khan Muttaqi, visitaron Turkmenistán, lo que supuso un paso importante en esta colaboración.

El 3 de marzo, antes del foro empresarial, Azizi encabezó una delegación que visitó el puerto marítimo internacional de Turkmenbashi. Esta visita permitió a la delegación explorar las capacidades del Puerto Marítimo Internacional de Turkmenbashi y sus infraestructuras. El siguiente foro empresarial incluyó una muestra de productos afganos en la Cámara de Comercio e Industria, y concluyó con conversaciones entre el ministro turkmeno de Asuntos Exteriores, Rashid Meredov, y la delegación encabezada por Azizi.

Nada personal, solo negocios

Las relaciones de Turkmenistán con Afganistán se rigen por objetivos pragmáticos: maximizar los beneficios de la cooperación con el gobierno talibán y minimizar los riesgos. El máximo dirigente de Turkmenistán, el presidente del Halk Maslahaty (Consejo del Pueblo), Gurbanguly Berdimuhamedov, se reunió con Azizi durante la visita del ministro talibán el 5 de marzo y subrayó la «neutralidad positiva» de Turkmenistán al apoyar «únicamente los esfuerzos políticos y diplomáticos» para abordar la situación interna de Afganistán.

Berdimuhamedov señaló el interés turcomano por la transmisión de energía y las líneas ferroviarias, en el contexto del potencial de transporte de Turkmenistán. Afganistán está especialmente interesado en promover el proyecto del Corredor Lapislázuli, que abarca Afganistán, Turkmenistán, Azerbaiyán, Georgia y Turquía y data de 2012. El nombre hace referencia al lapislázuli afgano, un tipo de piedra preciosa que históricamente se comercializaba a través del Cáucaso. El corredor se inauguró en forma de carretera en 2018, mientras que la parte ferroviaria del proyecto consiste en conectar Herat con la estación de Torghundi, en la frontera con Turkmenistán. En diciembre de 2023, la cuestión se debatió durante las conversaciones entre los ministros de Asuntos Exteriores de los talibanes y Turkmenistán.

Rusia también sigue interesada en el corredor. El 1 de febrero, representantes de Russian Railways Logistics visitaron el puerto marítimo internacional de Turkmenbashi para estudiar las posibilidades de utilizarlo para exportar mercancías a Afganistán e Irán. La delegación estudió la infraestructura del puerto y sus capacidades para manipular diversos tipos de carga.

Los primeros resultados del trabajo conjunto en este ámbito ya son visibles. El 15 de abril, la Joint Stock Company «Commercial Sea Fleet» envió su transbordador Ro-Pax «Bagtyyar» en su primer viaje de este año desde el puerto de Turkmenbashi al puerto ruso de Olya con 40 camiones de carga cargados de productos alimenticios. En el viaje de vuelta a Turkmenistán, el transbordador partirá con 800 toneladas de queso bielorruso y productos rusos en 42 camiones. Según Oleg Lychagin, jefe del puesto aduanero del puerto marítimo de Olya, en los últimos cinco años se han importado por mar a través de Olya sobre todo productos de construcción, principalmente de EAU e Irán; ahora se ha añadido Turkmenistán a la lista.

Objetivos estratégicos turcomanos en las relaciones con los talibanes

Resulta crucial comprender los objetivos estratégicos de Turkmenistán en sus relaciones con los talibanes para anticipar futuros acontecimientos. Estos objetivos incluyen un gran interés por garantizar el éxito de la implementación y la seguridad del proyecto TAPI, que es vital para el futuro económico de Turkmenistán; garantizar un entorno estable y seguro a lo largo de las fronteras de Turkmenistán, reduciendo así riesgos como el terrorismo y el tráfico de drogas; los objetivos de mejorar las conexiones regionales a través de iniciativas de tránsito y transporte que sean mutuamente beneficiosas; la inclinación de Turkmenistán a contribuir a la paz y la estabilidad en la región en general; y la esperanza de Ashgabat de navegar por la intrincada dinámica regional posicionándose como un actor neutral y, al mismo tiempo, entablando un diálogo con los talibanes para lograr sus objetivos estratégicos antes mencionados.


Traducción realizada por Christofer Cerón.

  1. Nota de la edición: TAPI también funciona como oleoducto. ↩︎

Eldaniz Gusseinov es especialista en estudios europeos e internacionales. Su esfera de interés es la política exterior de la Unión Europea y los miembros de esta organización en Asia Central, así como los procesos políticos internos en la Unión Europea.

Eldaniz estudió en Andrássy University Budapest en Budapest, Bergische Universität Wuppertal, Universität Hamburg y Kazakh-German University.

https://www.linkedin.com/in/eldaniz-gusseinov/

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