La visita de Muhammad Ali a la Unión Soviética

Mientras la Unión Soviética estaba preparándose para los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, Muhammad Ali también tenía sus objetivos. Había soñado durante mucho tiempo con visitar los santuarios islámicos de Uzbekistán y quería conocer a los mejores boxeadores de la Unión Soviética.

Portada: Soviet Visuals.

Estudiante avanzada de Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Santiago del Estero (Argentina).

analuzbasualdo234@gmail.com

Tiempo de lectura:7 Minutos, 47 Segundos

En un gesto de diplomacia deportiva, Muhammad Ali, el tres veces campeón mundial de peso pesado y una de las figuras más carismáticas del siglo XX, visitó la Unión Soviética el 12 de junio de 1978. Su itinerario incluyó encuentros con funcionarios soviéticos, entrenamientos con boxeadores locales y apariciones públicas, marcando un momento icónico en la historia de las relaciones internacionales y deportivas.

El viaje fue organizado por el Comité Estatal de Deportes de la URSS y se enmarcó en un contexto de tensiones políticas entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el apogeo de la Guerra Fría. Cabe destacar que la invitación a Muhammad Ali fue organizada por el embajador soviético en los Estados Unidos, Anatoly Dobrynin, quien desempeñó un papel crucial en la resolución de la Crisis del Caribe y la estabilización de las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos.

En ese momento, Dobrynin había sido embajador en los Estados Unidos durante 16 años antes de que ocupara el cargo de Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y luego dirigió el Departamento de América del Norte en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Muhammad Ali en la Plaza Roja. Fuente: Sports.ru.

El boxeador, para sorpresa de muchos en Estados Unidos, estuvo de acuerdo de inmediato ante la iniciativa. Al mismo tiempo, el objetivo principal del embajador no era solo presentar a su país a la joven estrella del boxeo mundial. En 1978, la URSS se estaba preparando activamente para los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, por lo que el viaje se acordó en solo un mes.

Muhammad Ali también tenía sus objetivos. Había soñado durante mucho tiempo con visitar los santuarios islámicos de Uzbekistán y quería conocer a los mejores boxeadores soviéticos.

Ali fue recibido con gran entusiasmo en Moscú. Durante su estancia, visitó el Palacio de los Deportes, donde asistió a entrenamientos de boxeadores soviéticos y compartió su experiencia y técnicas con los atletas locales. Su carisma y su mensaje de paz resonaron entre los jóvenes deportistas, quienes lo veían no sólo como un campeón, sino como un ícono de resistencia y determinación.

Muhammad Ali en el Instituto de Educación Física y Deportes de Moscú. Fuente: RIA Novosti.

Estaba un poco nervioso cuando aterricé en Moscú. Pensé que vería el país en ruinas, con una multitud de personas sombrías pensando como robots, y agentes de la KGB que seguirían cada uno de mis movimientos. En cambio, vi un país habitado por cientos de nacionalidades que viven juntas. Solo vi a un policía que no tenía armas. No hay crimen, ni prostitutas, ni homosexuales.

Visita a Uzbekistán

Muhammad Ali visitó varios lugares sagrados islámicos en Samarcanda, Uzbekistán. Fuente: Radio Ozodlik.

Ali estaba encantado con Moscú y lo estaría también con las ciudades uzbekas Tashkent y Samarcanda, dos de los grandes centros islámicos de la Unión Soviética. El 15 de junio de 1978, tres días después de su arribo al país, el boxeador viajó a la República Socialista Soviética de Uzbekistán.

Su presencia en el país de Asia Central generó una imagen que hubiera sido difícil visualizar hace unas décadas antes de la visita: autoridades soviéticas desplegando una alfombra roja para un musulmán célebre y autoproclamado. Esto considerando las dificultades que había sufrido la población musulmana del país décadas anteriores para practicar su fe en espacios públicos.

Muhammad Ali rezando en Uzbekistán. Foto: Central Asia Media.

En Samarcanda, Muhammad Ali visitó el mausoleo de un científico islámico del noveno siglo, Imam al-Bukhari, y el famoso Observatorio de Ulugbek del siglo XV. Finalmente, el invitado entró en una de las mezquitas y rezó allí con otros feligreses uzbekos.

Nos enteramos de su llegada por la transmisión en la televisión uzbeka, y nos sorprendió que su nombre fuera Muhammad Ali. Esto por todo lo sucedido en la época soviética, el Islam fue prohibido, y ahora viene un hombre con un nombre musulmán. Después de eso, yo y muchos otros estudiantes comenzamos a ver peleas con su participación. Era musulmán y campeón mundial. Él era increíble.1

Regreso a la capital soviética desde Asia Central

Muhammad Ali en Uzbekistán con su esposa Veronica Porsche. Fuente: Dzen.

El 18 de junio, el campeón volvió a Moscú y expresó su deseo de mantener peleas con los boxeadores soviéticos Pyotr Zayev, Yevgeny Gorstkov e Igor Vysotsky. Después de peleas que tuvieron lugar sin protocolos judiciales, Muhammad señaló que la única pelea que ganó en puntos fue con Vysotsky. El estadounidense admitió la derrota de Zayev y un empate con Gorstkov. «Fue difícil para mí. Sabía que los boxeadores soviéticos eran buenos, pero no imaginé que fuera tan así”, comentó el estadounidense en una entrevista con la Televisión Central Soviética.2

Uno de los momentos más destacados de su visita fue su encuentro con el ministro de Deportes de la URSS, Sergei Pavlov, ya que este encuentro representaba el esfuerzo por tender puentes entre dos naciones en conflicto.  Además de sus compromisos oficiales, Ali también dedicó tiempo a conocer la cultura y la historia soviética. Visitó el Kremlin, la Plaza Roja y otros sitios emblemáticos de Moscú, mostrando un genuino interés por entender la vida y las tradiciones del pueblo soviético.

El programa cultural para el boxeador terminó con una visita al campo de tiro y una breve comunicación con las estrellas del boxeo soviético Evgeny Ogurenkov, Konstantin Gradopolov y Boris Lagutin.
Su humildad y su espíritu abierto ganaron el corazón de muchos ciudadanos, quienes lo vieron como un embajador de buena voluntad.

Duelo con Igor Vysotsky. Fuente: Sputnik – Vladimir Viatkin.
Ali pelea con Peter Zaev Foto: Ivanov Oleg – TASS.

Y el 19 de junio fue invitado al Kremlin para reunirse con Leonid Brezhnev. La comunicación con el Secretario General fue de corta duración, solo 20 minutos. Al final, Brezhnev le dio al atleta su libro La pequeña parcela (Малая земля), parte de sus novelas autobiográficas, y un reloj con una inscripción de regalo.

Muhammad Ali junto a Leonid Brezhnev. Fuente: Dzen.

Acabo de ser recibido por el Sr. Leonid Brezhnev. Solo soy un boxeador estadounidense, pero un gran hombre se tomó el tiempo para reunirse conmigo, y hablamos sobre el mundo. Solía escuchar que los rusos siempre amenazan a los estadounidenses, pero estoy convencido de que esto no es cierto. Brezhnev es un partidario de la paz mundial.

Es difícil creer que un país tan amante de la paz quiera la guerra. Y Brezhnev, nunca pensé que era una persona tan tranquila y calmada. Es difícil imaginar que él podría ser la persona que comienza la guerra. No vi al autoestopista en la carretera y no vi a un solo mendigo en las calles de la Rusia soviética. Nunca me sentí tan seguro: no hay riesgo de ser robado. Me dijeron que no hay libertad de religión en la Unión Soviética, pero musulmanes, cristianos y judíos oran libremente aquí. Creo que las relaciones entre nuestra gente son malas sólo por la falsa propaganda.

Al llegar a casa, definitivamente les contaré a mis compatriotas sobre esto. Después de descubrir la verdad, ganarán fuerza en la lucha por la paz. Diré la verdad sobre la Unión Soviética. Que me entiendan correctamente: Amo a Estados Unidos, no me gustaría vivir en ningún otro país. Pero esto no significa que no diré toda la verdad sobre su país, todo lo todo lo que vi. Nuestros países son demasiado hermosos para ser destruidos por las bombas. Ahora, después de un viaje a la URSS, estoy convencido de que no habrá guerra.3

El 21 de junio, Ali salió de la Unión Soviética en un vuelo a Nueva York. Un año después, las tropas soviéticas entraron en Afganistán, y , el boxeador estadounidense participó en la campaña para boicotear los juegos Olímpicos en Moscú de manera activa, e incluso viajó a países de amplia población musulmana de África en representación de su país.

Más allá de los entrenamientos, encuentros oficiales y el giro ante el conflicto bélico iniciado, Ali dejó una impresión positiva en la sociedad soviética, demostrando que el deporte podía ser un vehículo poderoso para la diplomacia y el entendimiento mutuo. Su viaje a Moscú sigue siendo recordado como un ejemplo de cómo las figuras deportivas pueden contribuir a la paz y la cooperación internacional.

La visita de Ali a la Unión Soviética en 1978 simbolizó el poder del deporte para trascender las barreras políticas y culturales, dejando una huella imborrable en la historia de las relaciones internacionales.

Muhammad Ali junto a su esposa y comitiva visitando el Mausoleo de Lenin. Fuente: Fishki.
Muhammad Ali junto a boxeadores soviéticos. Fuente: Dzen.
Ali firmando autógrafos en Moscú. Fuente: Tribuna.
Ali en la Plaza Roja. Fuente: Big PIcture.

Referencias

1 https://rus.ozodlik.org/a/27782939.html

2 https://www.championat.com/boxing/article-5122915-mohammed-ali-vizit-ali-v-sssr-vstrecha-s-brezhnevym-boj-s-tremya-sovetskimi-boksyorami.html

3 https://www.sports.ru/tribuna/blogs/puncher/3007327.html

  

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