En los tiempos actuales, China ha logrado ubicarse en boca de todos gracias a su meteórico ascenso geopolítico y desarrollo económico alcanzado durante las últimas décadas. Sin embargo, su milenaria historia es por lo general ignorada por Occidente, lo que incluye cuando se trata de comprender sus dinámicas de expansión, consolidación como nación y relación con los distintos pueblos que hoy componen China.
Con el fin de comprender con mayor profundidad este proceso hemos entrevistado a Weilong Guan, magíster en Gobernanza Mundial y Diplomacia de la Universidad de Oxford y magíster en Arqueología de la Universidad de California (UCLA), con quien conversamos sobre el fenómeno de expansión territorial del Imperio Chino en los primeros tiempos de la Dinastía Qing (1644-1912) y la integración sobre todo del Tíbet, pero también de Xinjiang y de Mongolia Interior, a la administración de la última gran dinastía imperial y a la sociedad china.
Como veremos, este proceso estuvo permeado no sólo por dinámicas geopolíticas, sino que también por el enorme rol que cumplió la religión, en particular la Orden Gelugpa del Budismo Tibetano, lo cual le entrega a este fenómeno una enorme riqueza que merece atención.
¿Qué es la osmosis política y cuál es la importancia para comprender China en la actualidad?
La osmosis política se refiere al proceso en que dos o más placas político-culturales se fusionan en una nueva entidad conjunta e integrada. Esta fusión abarca tanto las élites como las poblaciones de cada una de las placas constituyentes de la nueva entidad.
En el caso de China, la osmosis política bajo la Dinastía Qing tomó varias formas:
1. La osmosis entre Manchuria y las provincias chinas tomó forma de sucesión dinástica, en la cual élites regionales de Manchuria (considerando que Manchuria era una especie de territorio autónomo de la precedente Dinastía Ming) ascendieron al trono nacional en Beijing. De esta forma, las antiguas élites regionales de Manchuria pasaron a ser emperadores y virreyes/gobernadores de las tierras nucleares de China. Al mismo tiempo, el territorio y la población de Manchuria se integraron a la nueva versión de China liderada por sus nuevos emperadores Manchúes.
2. La osmosis entre los kanatos mongoles con la “nueva forma de China” de la Dinastía Qing ocurrió en la forma de matrimonios imperiales, en la cual la familia imperial (y también las otras familias nobles) Qing entraron en uniones matrimoniales con distintos clanes reales de tierras Mongolas. De esta forma, los territorios y las poblaciones de cada uno de los kanatos y clanes Mongoles se integraron al Estado Qing.
3. La osmosis entre el Tibet y la Dinastía Qing tomó la forma de patronato político-religioso, una relación conocida como “Choyon” en la lengua tibetana.
Bajo este esquema, el patrón político (o protector militar) que es la Dinastía Qing reconoce la autoridad religiosa del Orden de Gelugpa (considerado como la institución ortodoxa del Budismo Tibetano, como el Papado es para el Catolicismo) no solo en tierras tibetanas, sino también en toda China. Para eso, el Budismo Tibetano también fue reconocido como la religión estatal de la Dinastía Qing (aunque el gobierno Qing nunca obligó a la población entera del país a convertirse, como lo hicieron los Europeos, pero el Budismo Tibetano sí fue la religión de facto de la Ciudad Prohibida).
Como intercambio, las instituciones político-religiosas del Tíbet reconocen la autoridad secular de la Dinastía Qing y quedan sujetos, para materias seculares, bajo las leyes imperiales.
De esta forma, la población y el territorio del Tíbet también se integraron a la Dinastía Qing, aunque la región mantuvo su autonomía en casi todos sus asuntos internos. Esta forma de osmosis ya había sido realizada una vez cuando el Tíbet se integró al Imperio Mongol en el siglo XIII, marcando el único caso de expansión territorial pacífica del Imperio Mongol.
4. La osmosis entre Xinjiang y la Dinastía Qing fue más compleja. Durante el primer siglo de la Dinastía Qing, Xinjiang estaba bajo control del Khanato de Dzungar, un régimen extranjero de origen Mongol que mantenía una sofocante represión contra los habitantes locales musulmanes (uygures, kazajos, entre otros). Debido a esto, los hakim beg (líderes seculares) y khojas (líderes sufíes) de Xinjiang se rebelaron periódicamente y poco a poco se alinearon con la Dinastía Qing.
Entre 1755-1759, la Dinastía Qing y los rebeldes uygures y kazajos aniquilaron conjuntamente al Kanato de Dzungar, y durante el mismo proceso, los clanes seculares y sufíes de Xinjiang también tuvieron uniones matrimoniales con la familia imperial y clanes nobles de la Dinastía Qing.
Junto con ello, la Dinastía Qing entró en una relación de patronato político-religioso con las órdenes sufíes (al estilo Tibetano) pero a una escala mucho menor y limitado a la región musulmana. De esta forma, las poblaciones locales y sus respectivos territorios se integraron al territorio. Adicionalmente, mucho antes de la integración de Xinjiang, la Dinastía Qing ya había reconocido la autoridad del Califato Otomano en todo el Islam, y, a su vez, el Imperio Otomano también reconocía la autoridad secular de China sobre los musulmanes dentro de la frontera Qing.
La Dinastía Qing y el Imperio Otomano tenían muy buenas relaciones, alimentados por el gran volumen de comercio en la Ruta de Seda y por la existencia de enemigos comunes como Rusia, los Habsburgos (incluyendo el Papado que estaba bajo influencia Austríaca), y Gran Bretaña.
La dinastía Qing tiene sus orígenes en la región de Manchuria, al norte de China, y expandió su poder a través de la mayoría del territorio actual de la República Popular. ¿De qué manera influyeron en ellos las administraciones políticas de los pueblos mongoles y del Tíbet?
La Dinastía Qing, de manera similar a varias dinastías de origen nómada, mantuvo sistemas administrativos muy distintos para cada una de de sus placas político-culturales, y generalmente mantuvo integras las estructuras de poder originales de cada placa.
Para las provincias chinas (excluyendo Beijing y alrededores), se mantuvieron intactas todas las instituciones políticas y códigos legales de la precedente Dinastía Ming. Uno de los pocos cambios que hizo la Dinastía Qing fue que instaló, en paralelo a la administración civil, “cuarteles de banderas” (las cuales eran unidades de organización militar de los Manchúes y Mongoles) en todas las ciudades principales para acomodar clanes militares Manchúes y Mongoles, más familias militares Chinas Han que estaban al servicio del ejército Qing. Estos cuarteles de banderas se encargaban de la defensa y mantención del orden público cuando la administración civil fallaba en hacerlo.
Entre los cuarteles también habían diferentes jerarquías (de la misma manera que las bases militares en un “distrito militar” moderno). Los habitantes de los cuarteles estaban exentos de impuestos, labores y juicios civiles, pero sí estaban sujetos a códigos militares ( más duros que las leyes civiles).
Manchuria estaba completamente bajo gobierno militar y administrado por el sistema de banderas (como los cuarteles de banderas en las ciudades chinas, pero a una escala mucho mayor). En Manchuria, todas las unidades administrativas civiles eran a la vez unidades militares, y los ciudadanos (entre los que habían manchúes, chinos Han, mongoles, coreanos, daures, solones/tunguses, y cosacos rusos) eran automáticamente soldados (práctica típica de los kanatos nómades a lo largo de la historia). A su vez, las máximas autoridades de Manchuria eran generales militares designados directamente por la Ciudad Prohibida.
En Mongolia Interior, para la administración civil se mantuvieron intactas todas las estructuras de poder de los kanatos que la componían, con los kanes mongoles gobernando sus respectivos territorios. En el caso de la administración militar, los ejércitos de los kanatos fueron reorganizados en el formato de banderas, pero con una mínima alteración de sus personales y jerarquías originales. Muchas veces las banderas Mongolas también fueron despachadas a instalarse en cuarteles de banderas en las provincias chinas y en Xinjiang. El emperador Qing era al mismo tiempo el Gran Kan de todos los kanatos Mongoles.
Tíbet era un territorio con alto nivel de autonomía y era regido por dos sistemas paralelos, un sistema de gobierno secular compuesto por aristócratas encabezado por los Dalai Lamas, y un sistema de gobierno clerical compuesto por redes de monasterios y templos bajo liderazgo de la Orden de Gelugpa y encabezado por los Panchen Lamas.
Ambos sistemas tenían sus propias jerarquías internas pero estaban bien entrelazadas, en el caso de zonas remotas y nómadas, ambos cargos podían caer en una misma persona. El Dalai Lama, el Panchen Lama y un delegado oficial (y militar) del emperador Qing en Lhasa componían el núcleo del gobierno Tibetano llamado Ganden Phodrang en Tibetano. El territorio de la actual Región Autónoma del Tíbet era gobernado por el Ganden Phodrang. En zonas Tibetanas fuera de la actual Región Autónoma (como Qinghai, Kham, Labrang, y Shangri-La) el gobierno secular era encabezado por aristócratas locales en conjunto con oficiales imperiales Qing, mientras que el gobierno clerical siguió bajo poder de la Orden de Gelugpa.
Mongolia Exterior también fue un territorio con alto nivel de autonomía, y al igual que el Tíbet, era regido por un sistema paralelo de un gobierno secular de aristócratas locales más un gobierno clerical encabezado por Jebtsun Damba (el cual era un título, no un nombre). Los Jebtsun Damba, con excepción del primero (que se llamaba Zanabazar), eran todos tibetanos seleccionados por la Orden de Gelugpa y evaluados por la Ciudad Prohibida. Debido a la naturaleza nómada de la sociedad mongola, el gobierno secular de Mongolia Exterior cumplía una función muy mínima, ya que la gran mayoría de la población vivía en clanes pequeños, fragmentados, y autosustentables.
Xinjiang era gobernado de forma parecida a las provincias chinas. Para la administración civil, se mantuvieron intactas las estructuras de poder turco-Persas preexistentes, con Hakim Beys como líderes seculares y Khojas como líderes sufíes. Solo que en paralelo se instalaron también cuarteles de banderas habitados por clanes militares manchúes, mongoles y chinos han.
¿Qué interacción existió entre la dinastía Qing y la facción tibetana Gelugpa que se alió a ella? ¿cómo coexistieron sus propias agendas y objetivos?
La relación entre la Dinastía Qing y la Orden Gelugpa del Tíbet se llamaba oficialmente “Choyon” (Tibetano: མཆོད་ཡོན་ / Chino: 檀越), y esto se traduce como patronato político-religioso.
Como señalé en la primera pregunta sobre la osmosis política, la población y el territorio del Tibet se integraron y fusionaron al territorio de la Dinastía Qing en una misma entidad política a través del reconocimiento, por parte de las autoridades tibetanas de la Dinastía Qing como patrón político y protector militar, y, a su vez, por medio del reconocimiento, por parte de los Qing, del budismo tibetano como religión estatal del Imperio.
Este modelo de osmosis surgió tanto de la agenda política del mismo budismo tibetano como de la agenda del estado patrón secular.
Una filosofía política importante que existe en todas las corrientes del budismo tibetano es el concepto de “Shambhala”, que además de ser un reino mitológico que salvará los seres sintientes en la era del fin del mundo, es también una ideología que busca transformar el oscuro mundo de “Saha” (humanidad) a una “Shambhala” (un paraíso), así todos los seres sintientes podrán liberarse de los sufrimientos mundanos.
Es muy probable (no está asegurado) que esta ideología surgió del trauma que vivieron muchas comunidades budistas en Asia Central y en la India durante las purgas religiosas entre los siglos VIII y IX perpetradas por la conquista islámica y el reaccionismo hindú. Es posible también que las órdenes budistas provenientes de Asia Central y de la India absorbieran el concepto del Ummah del Islam, idea que busca unificar el mundo islámico para lograr la paz eterna entre los pueblos. La mayoría del éxodo budista de Asia Central y de la India terminaron en el Tíbet (que en ese tiempo estaba en anarquía), trayendo consigo toda la memoria del trauma y una adaptación del Ummah reemplazándolo por el Shambhala que es más familiar para las esferas de lengua Sánscrito-Tibetanas.
Para materializar la agenda del Shambhala, las órdenes religiosas del Tíbet tenían que recurrir a patrones seculares con suficientes poderes militares, y durante la historia del Tíbet distintas órdenes religiosas coronaron a múltiples patrones seculares como Chakravartis (reyes de la religión en Sánscrito, Chogyal en Tibetano) para así utilizar las fuerzas del Chakravarti para lograr la unificación política del mundo budista.
De esta forma surgió el modelo Choyon.
El primer Choyon de la historia fue entre Kublai Kan del Imperio Mongol con el gran Pandita Phagspa de la Orden de Sakyapa. Este Choyon fue heredado por sucesivos Kanes Mongoles y Panditas Sakyapa hasta el colapso del Imperio Mongol. Una vez desintegrado el Imperio Mongol, tanto las Estepas (incluyendo Mongolia y Manchuria) como el Tíbet entraron nuevamente en anarquía, durante la cual diversos kanatos Mongoles se asociaron con diversas órdenes tibetanas para apoyarse mutuamente con el objetivo de reunificar sus respectivas tierras.
En ese contexto surgieron casi al mismo tiempo en el siglo XV los Manchúes como una de las muchas fuerzas políticas de las Estepas y la Orden de Gelugpa como una de las muchas fuerzas religiosas del Tíbet. Pero en ese tiempo, tanto los Manchúes como los Gelugpas eran todavía muy débiles y fueron constantemente masacrados por facciones más potentes como el Kanato de Chahar y la Orden de Karmapa.
Se puede entender que búsqueda común de la supervivencia y la volición común por la realización de una Shambhala pacífica atrajo los manchúes y los gelugpas uno al otro, y ambos se apoyaron mutuamente para la restauración de la Paz Budista tanto en las Estepas como en el Tíbet bajo la Dinastía Qing.
En este sentido, es importante destacar que una razón importante de por qué el budismo (su variante tibetana en particular) terminó siendo la religión dominante de los nómades es exactamente por los ideales de la paz universal que las sociedades nómadas carecían más que todo.
¿De qué modo la relación actual entre la República Popular China y la Región Autónoma del Tíbet reproduce o diverge de las dinámicas existentes entre la Dinastía Qing y el Tíbet?
En mi opinión el Choyon de la Dinastía Qing con el Tíbet aún sigue en funcionamiento, solo que algunos agentes específicos fueron reemplazados por nuevos.
Durante la Dinastía Qing la figura del patrón secular era el emperador quien proyecta su protección a través de intermediarios, incluyendo la presencia de delegados y militares imperiales en Lhasa. Mientras que la figura del patrón religioso eran los Panchen Lama, quienes también eran representados a través de la figura de Changya Khutuktu (el cual es un título, no un nombre) que sirvieron de preceptores de estado (mentores del emperador) en Beijing, residían en el Templo Yonghe (el templo imperial de la Dinastía Qing) y trabajaban en la misma Ciudad Prohibida. En este modelo Tíbet mantuvo su autonomía interna.
En la República Popular China, la figura del patrón secular cayó a la responsabilidad del Partido Comunista Chino, que sigue extendiendo la cobertura de la defensa nacional y el bienestar social a la Región Autónoma del Tíbet a través de delegados, militares, y sobre todo programas de apoyo social (salud, educación, servicios básicos, etc) y erradicación de pobreza. Al mismo tiempo, el Panchen Lama mantiene su autoridad religiosa en todo China y es permanentemente representado en Beijing a través de una variedad de instituciones autónomas de asuntos étnicos y religiosos, incluyendo el mismo Templo Yonghe (aunque el título de Changya Khutuktu ya dejó de existir una vez abdicó el último emperador Qing), y que goza de bastante influencia política en el gobierno central y en la secretaría general del partido (contrario a lo que muchos creen). Bajo este modelo, el Tíbet sigue manteniendo su autonomía interna, con sus propias leyes, migraciones, sistemas de educación, entre otras facultades.
A pesar de la naturaleza secular y la política de igualdad de religiones de la China moderna, el budismo (en particular la forma tibetana) tiene claramente una popularidad visiblemente mayor en el gobierno y en los círculos altos.
¿De qué manera las disputas entre las facciones del budismo tibetano han configurado al Tíbet actual?
La historia del Tíbet se puede periodizar así:
- Era Pre-Budista (10000 AC – 618 DC): Tíbet era una serie de tribus y estados menores, entre los cuales se encontraba la Civilización Zhang-Zhung en los entornos del Monte Kailash y el Lago Manasarovar y que desarrolló grandes avances en la astronomía, la medicina, y las prácticas místicas de la Religión Bon (una de las religiones más antiguas del mundo y muy probable el orígen de las religiones védicas)
- Imperio Tibetano (618 – 848): donde el Tíbet estaba unificado bajo un imperio centralizado, durante este tiempo el Budismo entró al altiplano tibetano.
- Primera anarquía (848 – 1244): El Imperio Tibetano colapsó en numerosas facciones masacrandose entre sí y existió un influjo de diversas instituciones Budistas de Asia Central y de la India. Este es el período formativo de la mayoría de las órdenes Budistas (excepto Gelugpa) y se produce la composición de la Épica del Rey Gesar, origen importante de la ideología de Shambhala.
- Imperio Mongol (1244 – 1354): Reunificación del Tíbet por la Orden de Sakyapa, bajo patronato Mongol.
- Segunda anarquía (1354 – 1642): Los Sakyapas pierden su poder una vez que los Mongoles se retiraron del Tíbet y fueron desplazados por sucesivas dinastías locales, así la ausencia de una autoridad central estable desató sangrientas guerras sectarias entre distintas órdenes religiosas. La Orden de Gelugpa fue fundada en este período por el Venerable Tsongkhapa, cuyas ideas reformistas atrajeron sucesivas represiones y masacres perpetradas por otras facciones (en particular por la Orden de Karmapa).
- Ascenso de Gelugpa (1642 – 1720): La Orden de Gelugpa asciende al poder y unifica el Tíbet con el apoyo de la Dinastía Qing (a través del Khanato de Khoshut, un estado Mongol dependiente), pero este proceso fue interrumpido por una invasión del Khanato de Dzungar quien masacró gran parte del Tíbet y casi destruyó a los Gelugpa por completo.
- Integración a China (Desde 1720): La Dinastía Qing expulsa a los Dzungares e incorpora el Tíbet al territorio nacional. A partir de ese momento se produce la reconciliación de las órdenes religiosas.
Por lo tanto, se puede observar que los traumas de anarquías y guerras faccionarias fueron cruciales para la consolidación de la ideología de paz universal dentro del budismo tibetano.
¿Qué convergencias y divergencias se pueden apreciar entre el triunfo del Estado secular Qing frente al poder religioso budista con el triunfo de los estados seculares en Europa frente a la Iglesia Católica?
Una diferencia importante entre las relaciones político-religiosas de China y de Europa es que en Europa al principio la Iglesia Católica tenía casi el monopolio para reconocer la legitimidad de los soberanos seculares, y cuando las relaciones se rompieron (como es el caso de Europa del norte) los soberanos dejaron por completo de reconocer la Iglesia y desarrollaron el Protestantismo.
Las órdenes budistas tibetanas no tenían esta facultad, por lo que requerían de reconocimiento y apoyo mutuo con los soberanos seculares durante toda la historia.
Se puede observar que la acumulación y la centralización del poder estatal en manos de los emperadores/kanes de Asia y reyes de Europa permitieron a los soberanos seculares interferir más en las instituciones religiosas, que desde un principio eran dependientes de poderes seculares para materializar sus propias agendas religiosas.
¿Cuál es la percepción de las invasiones y administraciones mongolas en China durante el pasado en la opinión pública y la narrativa nacional de China?
La percepción es bastante mixta.
Desde un punto de vista gubernamental de la República popular China, que por Constitución se autodefine como un estado multinacional, las conquistas mongolas y manchúes se consideran más como peleas internas entre distintas comunidades-estados del Círculo de la Civilización China (en ese sentido, hay que recordar que la Civilización China no es únicamente de los chinos han, a pesar de que los chinos han son el núcleo de esta civilización). En ese sentido, la Dinastía Qing en particular no es vista como un régimen invasor, sino una unificación civilizacional que consolidó lo que hoy se conoce como territorios/naciones constituyentes de China.
Los principales cuestionamientos contra la Dinastía Qing, tanto de la educación oficial como de la sociedad en general, apuntan a su incapacidad de defenderse contra las invasiones occidentales, pero es muy raro encontrarse con cuestionamientos sobre el “carácter chino” de la Dinastía Qing.
En cambio, el Imperio Mongol, así como también la Dinastía Jurchen y la Dinastía Khitan, sí son disputados por su “carácter chino” por diversos sectores de la sociedad.
En primer lugar por el bajo nivel de integración cultural de estas dinastías con las provincias nucleares chinas y el carácter represivo de sus regímenes contra la población china. Y en segundo, porque ellos empezaron como estados totalmente independientes de la Dinastía Song (la China ortodoxa de ese tiempo) y efectivamente invadieron la Dinastía Song para establecer dominio sobre la población China Han, mientras que los manchúes (origen de la dinastía Qing) sí formaban parte del territorio de la Dinastía Ming antes de ascender al trono imperial.
¿Las regiones actuales de Mongolia Interior y Tíbet tienen el mismo grado de autonomía en la administración política china actual? Coméntanos cómo se expresan esas identidades étnicas locales en el día a día (enseñanza y utilización de los idiomas locales en el aparato público, expresiones artísticas, migración interna o externa, etc.)
Tíbet tiene uno de los niveles más altos de autonomía entre todos los territorios autónomos de China. Tiene sus propias leyes, esquemas educacionales, control de migraciones, entre otras facultades que el resto de China no tiene. En el Tíbet, el budismo (en particular la Orden de Gelugpa) continúa teniendo bastante influencia política y cultural, especialmente a través de sus redes de monasterios y templos no solo en la región, sino que en toda China e incluso más allá de la frontera nacional.
El nivel de autonomía de Mongolia Interior es menor que el Tíbet. La estructura interna de esta región es bastante fragmentada (no como el Tíbet que tiene sus poderes bien centrados en Lhasa) y dividida a lo largo de las zonas de influencias de los antiguos kanatos, solo que los líderes actuales son los cuadros locales del Partido (vale mencionar que los clanes nobles fueron destronados por la guerrilla roja mongola que peleó contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial, y que de paso, arrasaron con los kanatos también) y las decisiones regionales son resultado de consensos entre las distintas subdivisiones territoriales.
Los templos Budistas en Mongolia Interior son casi todos controlados por los Gelugpas Tibetanos. Bajo esta configuración Mongolia Interior es bastante permeable de ser influida por políticas provenientes de Beijing y Lhasa.
El tibetano y el mongol son respectivamente las lenguas co-oficiales del Tíbet y de Mongolia Interior, y son enseñados en todos los colegios en paralelo al Chino y al Inglés. Ya que los Tibetanos forman la mayoría absoluta en el Tíbet, la lengua Tibetana continúa siendo la lengua principal tanto en la ciudad como en zonas remotas. En Tíbet, tener fluidez en Tibetano y conocimiento profundo de historia y cultura tibetana son requisitos para trabajar legalmente en la región.
En Mongolia Interior el chino mandarín es mucho más hablado en las ciudades, mientras que el Mongol es más hablado en zonas nómadas. Esto se debe a la presencia significativa de comunidades no mongolas (chinos Han y musulmanes) que llegaron con las caravanas comerciales a lo largo de la historia y con la industrialización (Mongolia Interior es una de las regiones más industrializadas de China),
Culturalmente, Tíbet sigue siendo un bastión cultural por sí mismo gracias a sus sólidas tradiciones religiosas y estilos artísticos únicos que las autoridades regionales también utilizan para campañas de marca.
La industria de entretención en el Tíbet es también es muy fuerte a nivel nacional, por ejemplo, existe un género de música conocido como Ethnic Pop, bien popular en todos los grupos etarios de China, que fusiona el pop con música folclórica del Tibet y de Mongolia Interior.
Aunque la cultura mongola también tiene sus sabores y sólidas bases de fanáticos a lo largo de toda China (especialmente las bandas de Ethnic Pop Mongol, las cuales han conquistado la industria de entretención de China), el gobierno de Mongolia Interior ha estado priorizando más una imagen más moderna/industrial (incluso futurista) de la región, eso ha llevado a que muchos hubs de arte folklórico Mongol se encuentran fuera de la región, principalmente en Beijing.
Magíster en Desarrollo y Cooperación Internacional del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile. Diplomado en Estudios Chinos. Licenciado en Historia de la Universidad de Chile.