Graduada en Ciencias Políticas y estudiante de máster en Global Studies, en la Universidad de Lund, Suecia.
Especializada en postcolonialismo, seguridad y migración.
«Ay Yola« en lengua bashkir significa “leyes universales” o “el código del universo”: valores eternos como no matar, no robar, respetar a los mayores y proteger a los más jóvenes.
Según Rinat Ramazánov, miembro del trío musical, estos principios son la base del proyecto.
No se trata solo de un álbum musical, sino de un espectáculo integral, un musical en forma de proyecto digital inspirado en una de las epopeyas más antiguas y enigmáticas del mundo: Ural-Batyr.
La epopeya bashkir Ural-Batyr se caracteriza por su profundo deseo de comprender el sentido de la vida humana y los fundamentos del universo. En ella se abordan con profundidad cuestiones filosóficas como la sabiduría, la búsqueda de la vida eterna, el bien y el mal, el honor y la moral. Según los investigadores, el estudio de esta obra permite ampliar nuestro conocimiento sobre la «infancia» de la humanidad, ya que Ural-Batyr contiene antiguas capas del pasado histórico y es un verdadero tesoro de sabiduría ancestral. Nos revela una visión mitopoética del mundo con sus estructuras y principios esenciales.
Ural-Batyr es una epopeya oral tradicionalmente transmitida de generación en generación por los sesén (poetas y narradores populares). A principios del siglo XX, el épico fue recogido por Mukhamesha Burangúlov a partir de las narraciones de dos reconocidos sesén: Gabit Argynbayev y Jamit Almyujametov, y más tarde fue traducido al ruso.


En la tradición oral, Ural-Batyr no se relata simplemente como una historia, sino que se interpreta como una narración cantada con ritmo, entonación e incluso melodía. En ocasiones, se utilizaban instrumentos tradicionales, como el kurai, una flauta típica bashkir.
Los músicos de Ay Yola continúan esta antigua tradición, dándole un nuevo aliento con sonidos contemporáneos: sintetizadores que se entrelazan con riffs de guitarra y una riqueza sonora que aportan los instrumentos tradicionales bashkires como el kurai, kubyz y dombira. Cada canción representa un capítulo de la épica, narrado a través de letras originales y arreglos modernos con ritmo de baile.

Se trata de una reinterpretación contemporánea de la epopeya, que, gracias a su sonido electrónico y actual, puede acercar el legado de Ural-Batyr a las nuevas generaciones y ayudarles a comprender el profundo significado de Ay Yola: esos valores eternos que siguen siendo relevantes para toda la humanidad.
El oyente se sumerge en un universo legendario: escucha cómo Akbuzat desciende del cielo, vive la batalla de Ural-Batyr contra el toro Ugez en el reino de la oscuridad, y emprende con el héroe un viaje fascinante por los mundos del mito y la memoria.
El 21 de febrero de 2025 apareció en las plataformas musicales la canción «Batyr», con ritmos de trap, que despertó un vivo interés entre los oyentes. Pero fue el segundo sencillo, el tema de synthwave «Homay«, lanzado el 14 de marzo (o mejor dicho, los reels con esta canción) el que realmente logró una gran difusión en internet.
¿Pero quién es Homay?
En la mitología ancestral de los bashkires, Homay es la esposa del héroe primordial y demiurgo Ural. Según esta épica, Homay es hija del Sol (Koyaş) y al mismo tiempo, su sustituta en el mundo: con su presencia y su cabello suelto, irradia luz sobre todo el universo.
En el folclore bashkir, Homay suele representarse en forma de ave, especialmente como un ave acuática (cisne, pato), o en ocasiones como un ave fantástica de proporciones gigantescas. La ave Homay es considerada la antepasada mítica del pueblo bashkir, lo que se refleja en un tabú de naturaleza totémica: está prohibido matar cisnes. Romper esta norma era castigado inmediatamente por las fuerzas celestiales.
La figura mítica del ave Homay es cercana a todos los pueblos túrquicos.
Sin embargo, la canción ha conquistado no solo a oyentes de Asia Central, sino también a fans de toda Rusia y del mundo entero. Artistas de distintos países ya están creando covers en varios idiomas, incluidos el ruso y el turco, lo que demuestra el alcance universal del mensaje de Ay Yola.
La canción se volvió viral gracias a su carisma y a la frescura de su interpretación, que transmite una poderosa sensación de libertad. En ella se han plasmado la fuerza del espíritu, el coraje y el respeto por las tradiciones ancestrales. A través de esta fusión, los antiguos ritos vuelven a la vida, y quien la escucha siente de inmediato: ¡Puedo con todo!, como si una fuerza interior despertara desde lo más profundo.

La autenticidad se ha transmitido con tanta pureza, que ahora la canción se percibe de una forma aún más profunda: como un acto de amor a la tierra natal, un gesto de orgullo cultural y un homenaje a los antepasados.
Para entender por qué esta canción se ha vuelto tan popular, basta con leer su letra:
Mis raíces preguntan,
preguntan mi alma y mi sangre,
pregunta la memoria ancestral:
¿Quién es Homay?La madre de Homay, el Sol,
la bañó en el manantial de agua viva.
Su padre, Samrau,
le enseñó la bondad.Solo Homay fue guardiana
de Akbuzat y la espada de diamante.
Solo Homay conocía
el camino al manantial de agua viva.No se casó con un forastero,
no traicionó las tradiciones de su tierra,
y crió a hijos leales.¡Homay, el ave de la felicidad!
Coro:
Nuestras muchachas bashkirias,
estrellas de Homay.
El camino al manantial de agua viva
está trazado en vuestras almas.
Hasta ahora se han publicado solo dos sencillos: «Batyr» y «Homay«. En internet circulan numerosos vídeos que aparentan ser videoclips oficiales, pero en realidad son montajes hechos a partir de fragmentos y snippets compartidos por el grupo en sus redes sociales. Sin embargo, en mayo se espera el estreno del videoclip oficial de «Homay«.
Identidad, sonido y resistencia
El resurgimiento del interés por la música étnica en Rusia está ocurriendo en el marco de procesos culturales más amplios: un pensamiento decolonial emergente, una revisión crítica del legado soviético y los esfuerzos de las regiones por preservar y fortalecer su autonomía cultural.
Para muchos artistas, la música se convierte en una forma de hablar de sí mismos y de su cultura sin intermediarios ni censura. Es un acto de afirmación: «Existimos. Nuestra cultura está viva. Y es hermosa.»
Cada vez más jóvenes de los pueblos originarios de Rusia se hacen preguntas fundamentales: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Qué existía antes de la cultura soviética?
En este contexto, la música étnica deja de ser solo entretenimiento y se transforma en una búsqueda de identidad y raíces culturales. Ayuda a descomponer la identidad rusa percibida como un monolito y a revelar su riqueza, su diversidad y su carácter «no ruso».
La música étnica se convierte así en una forma sutil de resistencia contra la unificación cultural. Hoy, no se trata de nostalgia. Se trata del futuro, donde la tradición se vuelve relevante, personal y… moderna.